lunes, 30 de junio de 2008

APRILIA
















Nos inyectábamos el mundo. Con los ojos semidormidos montábamos los caballos mientras los perros del reino dormían. Yo tocaba su pequeño cuerpo en el bosque y su clítoris de Reina Loca sonreía.
Nos casaremos hermana. Los televisores del palacio me lo anuncian. Vestida de blanco, besarás mis labios sobre un altar, hasta que éstos se adhieran como dos capas de tierra firme.
Si sientes miedo ven a recostarte junto a mí. Yo me sacaré estos cables, te abrazaré y te besaré en los labios. Me presentirás como un pequeño tigre presiente el latido de su madre en la nieve.
Hermana, beberemos nuestra sangre como vampiros. Con tus cabellos rubios me enlazaré directamente al arco iris. Me volveré inmensamente pequeño y viviré para siempre dentro del océano de tus ojos.
Después, fundaré un Coliseo sobre tus faldas. Para que las mujeres peleen por mi amor hasta la muerte. Presenciaré las olímpicas luchas abrazado a tus pechos cuando éstos te hayan crecido. Y después de amarte, te dejaré envolver mi cuerpo con tus manos irisadas, igual que el agua envuelve con su piel celeste a la tierra.

No hay comentarios: