Desde adentro, el bebé duerme perdido, aturdido.
Muchos otros han llorado hoy tambien.
Estira sus piernas y encuentra las paredes un poco mas
rugosas...frias.
Sus ojos destellan palpitantes un nuevo sonido,
una lagrima se mezcla con el entorno.
Un quiebre en su dulce alma lo gangrena: ya ha adquirido
un lenguaje humano.
Melania Araya
martes, 26 de mayo de 2009
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